lunes, 1 de junio de 2009

La palabra favorita de Maná.

Donde hubo fuego cenizas quedan. Como cuando Stojakovic en un partido de la regular season metió 10 triples, o cuando Stephon Marbury metió 8 puntos seguidos para hacer ganar a su equipo en un momento clave de los Playoffs.

Son las cenizas de un fuego que se apagó. Los reflejos de unos destellos que cesaron de brillar. Fueron buenos jugadores, y de vez en cuando tienen un brote de ese talento innato que no aprovecharon. Así veo yo el amor, aunque se apague, siempre quedan cenizas.